El laminado Soft Touch o aterciopelado, tiene como propiedad principal un tacto suave y sedoso que no consigue el laminado mate. Yo era muy fan de laminar las tarjetas con plastificado mate, porque no me gusta nada los brillos y porque me parece que el brillo es algo muy manido y hasta pasado de moda.
Hace unos años descubrí este tipo laminado por unas muestras que recibí de una imprenta online en unas cartas de restaurante y me llamó mucho la atención lo suave que era su superficie. Era algo así como gomoso, no sé, no podía parar de tocarlo. Para mi sorpresa vi que este laminado también se podía aplicar a tarjetas de visita.
Al principio, el precio era igual que el laminado mate, después, subió su precio, aunque sin mucha diferencia; pero aún así, merece la pena invertir este tipo de material para unas tarjetas de visita, porque aseguro, que la gente que coge una tarjeta con este acabado, se queda unos segundos frotando con los dedos, como tratando de entender qué sensación es esa... Vamos, que te quedas con la peña sí o sí.
Además de ese efecto sedoso al tacto, no refleja, ya veis las fotos que he hecho, la luz viene de la derecha y no se percibe. Y para más INRI, hace que los colores contrasten más y los sature, que por eso algunas mini fotos de las tarjetas, se han quedado oscuras. Recomiendo, que aclaréis las fotos si alguna vez hacéis tarjetas así.
