Un proyecto muy interesante es este que he encontrado por casualidad en Instagram. Se trata de un envase para transportar las patatas fritas que podríamos adquirir en cualquier establecimiento de comida rápida, pero sin materiales plásticos, sino de la propia piel de las patatas. Una idea que podría considerarse a fabricar a gran escala, no sólo con este alimento, sino aplicarlo a otros.
Tres han sido los artífices de esta singular y genial idea y que podéis seguir en Behance e Instagram: @simonecaronni_id, @paolo.stefano.gentile y @pietrosk8.
Esto es lo que ellos remarcan en su proyecto:
"Las empresas de patatas fritas producen muchos desperdicios de cáscara de patata. La idea de este proyecto es utilizar este material de desecho para crear un envase de comida callejera. La piel de la patata está formada por almidones y componentes de fibras que, después de la maceración y el secado natural, adquieren la capacidad de unirse y endurecerse. El material obtenido está completamente hecho de residuos de producción y es 100% biodegradable. Después de ser utilizado, el envase puede reinsertarse de manera útil en el ciclo biológico, convirtiéndose en alimento para animales o fertilizante para las plantas."
